Parecía de novela. Entré, alcé mis ojos y allá al final lo ví,
mirándome. Levanté la vista para ver que justamente a mí estaba mirando, que
era yo el objeto de su atención. No lo podía creer. Me encontré con sus ojos
bonitos, sus ojos se encontraron con los míos, y juro que casi muero.
Hablamos un poco después, no mucho. Luego me mirabas tímido a lo
lejos, hasta que fui adonde estabas y te hablé, y vi como muerto de nervios me
sonreías. Entonces además de lindo me pareciste encantador.
Y déjame decirte niño, que eres el muchacho más guapo que en mi
vida he visto. Que no sólo tus ojos castaños, que me encanta tu estatura, tu
pelo, tu piel bronceada, todo un galán.
Quiero perderme en tus ojos bonitos y pasar horas entre tus
brazos, sin hacer más nada, así. Perdón, quizás ya estoy delirando, pero es que
tengo ese momento grabado y no se quiere disipar. Tus ojos no me van a dejar
dormir ni hacer nada. Y juro que si me vuelve a mirar así me muero, pero
encantada de que pase otra vez.
Hola, tocaya ! bonito blog (:
ResponderEliminarMe ha gustado muuucho! Sigue así.
ResponderEliminarNo había podido pasarme antes por tu blog, pero muchas gracias por tu comentario ^^
www.lamadrigueradecat.blogspot.com
¡Hola! ^^
ResponderEliminarMe ha encantado el texto, muy emotivo :)
Te sigo y me voy pasando.
¡Besos!
Ohh!! Qué bonito! Ojalá yo encuentre unos ojos así de especiales y que solo me miren a mí...
ResponderEliminarUn abrazo y pásate cuando quieras :3
Muy bonito el texto, es precioso♥
ResponderEliminarHey! por dónde estabas? la verdad que a veces, muchas, las miradas es el mejor medio para comunicarse y el que mejor expresa nuestros sentimientos sin la necesidad de las palabras.
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