Cuando
empiezas un nuevo camino, vas tras un sueño o una meta, siempre hay y habrá
gente que te diga que lo dejes, que no puedes o no debes, que no les parece la
idea, que está mal. ¡No los escuches! Puede que sea envidia, que no quieran
verte lograr lo que ellos no lograron, como puede que estén sinceramente
preocupados, pero aún así, no te detengas. No son ellos quienes saben. Es tu
vida, es tu camino, nadie más tiene que opinar ni decidir. Que sus palabras no
te hagan desfallecer ni desvariar, ¡ni un paso atrás! ¡No te detengas!
A fuerza de
experiencia he aprendido a hablar conmigo misma y necesitar cada vez menos de
alguien más para tomar decisiones. Confío cada vez más en mí y cuento mis
planes e inquietudes cada día a menos gente. No es que sea una asocial, ¡pero
es que hay tanta gente desmotivando por ahí! Tíos, primos, amigos... a veces
hasta tu propia madre, tu padre, hermanos, son los primeros en burlarse de tus
aspiraciones. Pero no caben ideas grandes en mentes pequeñas. Poca gente logra sus sueños, y les molesta ver a alguien más sin miedo atreverse a luchar por
los suyos.
Por eso, no
los escuches. Imagina que estás en una burbuja. Aprende a detectar la
sinceridad o su ausencia en las palabras y gestos de los demás y aún su
obstinación provenga de envidia o celos, o de verdadera preocupación, No
permitas que sus palabras te hagan perder los deseos de avanzar. No abandones.
No te quedes en esa triste vida de conformidad en que están ellos. Sigue
adelante. Tú puedes con todo. Desarrolla habilidades para orientar tu propio
camino. Respira. Encuentra el equilibrio y la paz. En ti están todas las
respuestas. ¡Sé fuerte y ve por eso que te hace feliz!
“Cuando
quieras emprender algo, habrá mucha gente que te dirá que no lo hagas; cuando
vean que no pueden detenerte, te dirán cómo tienes que hacerlo; y cuando
finalmente vean que lo has logrado, dirán que siempre creyeron en ti”.
John C. Maxwell
No hay comentarios:
Publicar un comentario