sábado, 7 de septiembre de 2013

¡Siéntete bonita!

Hoy fue uno de esos días en los que al detenerme frente al closet para elegir que ropa usar dije: quiero verme linda. Como siempre, me probé algunas mil combinaciones, bueno quizás no tantas. Quedé con una blusa marrón algo suelta con cuello tortuga, mangas hasta antes del codo con unos pantalones rosa ceñidos al cuerpo y mis tenis. Al sentarme frente al gabetero me dije: "hoy no hay tiempo para maquillarme", pero terminé haciéndolo pues sentí que era necesario para completar mi outfit. Sombras mate, colorete, lápiz negro y marrón, todo muy natural. Hice mi moña a un lado y me recogí el pelo en una colita alta hacia atrás. Estaba lista.

Bazuca y bolso al hombro, regla T en la otra mano, salí para la universidad. Unos cuantos me dijeron que estaba linda (fue así toda la semana) y no sé, eso como que me hizo sonreír. Pero lo que más ha llamado mi atención es que varios me han dicho que soy ñoñita, que yo hablo así como muñeca, que se nota que me añoñan mucho en mi casa. Es verdad, no lo niego, es cierto y me gusta, ¡me gusta!

Que otros apreciaran mi belleza me hizo sentir muy bien, en especial porque a veces no me siento tan linda. No soy ni la sombra de gente como las modelos o las reinas de belleza, a veces ni siquiera estoy bien vestida, peinada o arreglada, y justo entonces viene alguien y me dice algo bonito. No puedo evitar sorprenderme tanto que llego a sonrojarme..

Es muy fácil notar cuando a un hombre le llamas la atención. Lo sabes por la forma en que te mira, cuando empieza a interesarse en detalles de tu vida. Pregunta cuál es tu nombre, tu número, que si tienes novio… un par de halagos y ya tu oído está dulce. Lo cierto es que aunque él no te guste, te agrada gustarle a él, empiezas a sentirte linda y a sonreír. Luego no sabes qué hacer, te pones nerviosa y te vas pero pronto descubres que es para pensar en él, en eso que pasó. Dices “wao, ¿será cierto que soy tan bonita?” y todo tu día se alegra.

Es fantástico. Caminas a tu clase y sonríes a todos por el camino. Tienes una práctica-examen y todo te va viento en popa. Vas a comer y terminas comiendo con alguien más. Entras a una tienda y vas directo al mostrador confiado de que ese apuesto chico te va a atender muy bien. Te sientes linda, y por tanto segura.

Personas que aprecias te hacen dulces halagos, sin siquiera imaginarse el poder que tienen en ti sus palabras. Te levantan el ánimo en tan solo segundos. Aliméntate sanamente. Opiniones de otros pueden elevar tu amor por las nubes o bajarlo hasta el suelo, todo va a depender de ti. 

Es asombroso como el sentirnos bellos influye en nuestra autoestima. Puede que no seas la más bonita pero es súper importante que te aprecies y que confíes en ti misma. Nunca debes sentirte menos. Eres tan hermosa como cualquier otra o más. Eres linda, amable e inteligente y puedes hacer todo lo que te propongas, empieza por sentir que puedes lograrlo. No te cohíbas, no te rezagues, disfruta al máximo de todo tu ser.

Pam