He pensado mucho en ti, en el amor que te tenía,
que te tengo. Dicen que el amor te hace hacer cosas locas. Pues yo puedo opinar
de eso.
Eres el niño más loco que he visto en mi vida.
Fuiste el primero en invitarme a comer, en cargar
mis libros, en tomarme de la mano para andar por la universidad. ¿Sabes lo que
significó para mí que tomaras mi mano? Creo que no tenías idea. O aquella vez
que plantaste un beso en mi frente y dijiste “te quiero mucho”. De seguro ni te
acuerdas ya.
Fuiste el primero con quien peleé de jueguito por
cosas mías, el primero con quien me colé en una fila, el primero que me invitó
a salir, el primero a quien esperé.
Pero ya pasó, ya quedaste atrás, tienes otra vida
en un lejano lugar, has cambiado conmigo, con todo, eres otro. Haces cosas que
nunca haría el de antes, piensas diferente. Tan liberal, ahora tan
conservador…
Cada niño que conozco, cada chamo en que pienso,
no puedo evitar compararlo a ti, al que fuiste.
Quizás
nunca te conocí bien.