Llueve y es de noche en mi
habitación. Aunque afuera es de día y brilla el sol, aquí está cayendo agua a
cántaros. Hace frío. Escucho el sonido de las gotas caer rápidamente una tras
otra en mi techo de zinc, imaginario, como todo en este espacio en que estoy
ahora. Escucho Tabaco y Channel de Bacilos y me pregunto también donde fuiste a
parar, donde estás, aunque ya lo he vivido más de una vez. Toda mi vida, como
en un círculo, amores y decepciones una y otra vez, sin parar, sin piedad, sin
nada.
En mi espacio etéreo el cielo está
gris, casi negro. Noche sin luna para mí. Tengo mucho por hacer, pero ya no
quiero hacer nada, no puedo, porque el miedo me frena y no sé cómo
despreocuparme. Solo escucho la misma
canción una y otra vez, esperando a que alguien venga y me rescate. Pero sé que nadie vendrá . No esta vez.
Por una vez, solo por una vez
quisiera que la vida me sorprendiera con algo lindo. Alguien que se comporte
conmigo como los oppas en los doramas. Aún
no sé cuál es el color del final de la noche, pero me gustaría saber.
¡Los
quiero!
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